Mindfulness significa "prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente, con interés, curiosidad y aceptación sin juzgar". Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún no ha ocurrido, nos conduce al descuido, el olvido y al aislamiento, llevándonos a reaccionar de manera automática y desadaptativa.
Practicando las técnicas de Mindfulness vamos a cambiar nuestra mente, encontrar el equilibrio y crear las condiciones necesarias para calmarla y así ver con claridad la realidad que nos rodea, solucionando los problemas que antes éramos incapaces de resolver. La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, mejorar nuestra autoestima y gestionar con acierto las tensiones de la vida diaria. Practicando la atención plena desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y de compasión, para así vivir una vida de manera plena y en el presente.